Espero que al leer este post no os sintáis identificados… Si es así, alguna alerta tiene que sonar o quizá lleva sonando un tiempo y no la habéis oido. A ver….¿qué es esto del pool bancario?. Podríamos definirlo como la totalidad del endeudamiento que mantenemos con las entidades financieras, ya sean préstamos, créditos, líneas de descuento, leasings, rentings, tarjetas de crédito, avales, etc, etc….
Pool bancario
Empecemos por lo más básico. Pensemos en cualquiera de nosotros como persona física no empresario. ¿Qué compone nuestro pool bancario?. Si tienes una hipoteca el pool bancario estará compuesto por este préstamo hipotecario, quizá también el préstamo personal que firmaste cuando cambiaste de coche o hiciste aquella reforma, o bien el límite en euros que tienes dispuesto de tu tarjeta de crédito. La suma de todo esto configuraría tu pool bancario. A nivel personal, salvo excepciones todos y todas sabemos (chispa arriba chispa abajo 🙄 ) nuestro pool bancario, qué préstamos tenemos con nuestro banco o bancos y cuánto pagamos mensualmente (esto nos lo sabemos hasta con decimales… porque es un palo en el riñón).
Esto que así contado no parece tan complicado se lía un pelín más cuando empezamos a hablar de negocios. En muchas pymes ha sido tal el jaleo y los esfuerzos de estos últimos años por salir adelante en medio de la crisis que no tienen claro el total endeudamiento con bancos que tienen formalizado, esto es, su pool bancario.
Y poner cada pieza en su sitio de este puzzle es un auténtico trabajo de orfebre. Ponerle nombre y apellidos a cada una de estas partidas del pool bancario de muchas empresas se convierte en un esfuerzo de horas y horas.
Lo de financiar inmovilizado con préstamos a largo y el circulante de la empresa con créditos a corto plazo es algo que queda muy bien en los libros de texto pero en muchas empresas funciona la técnica impepinable de «a salto de mata», esto es, que tenemos un póliza de crédito aprobada por el banco, la firmamos, que es un préstamo personal el aprobado…., se firma, que es un leasing….. también se firma. Y esto además de por la escasa formación financiera de muchas empresas familiares viene explicado por el enorme estrangulamiento de financiación bancaria que hemos sufrido desde 2007, que ha supuesto decir sí a cualquier cosa que propusiese el banco.
El problema de concepto viene porque para el arranque, las empresas necesitan un capital fundacional, y como en la mayoría de los casos no disponen de él los fundadores. Este capital fundacional es buscado en el sector bancario. Que salvo el caso de alguien que constituye una empresa y cuenta con inmuebles libres de cargas para aportarlos en garantía para obtener financiación y contar con plazos de devolución que pueden ser de 15 o 20 años, en los casos que lo único que se puede aportar es una garantía personal, estos plazos de devolución en la mayoría de los casos están entre los 3 y 5 años. Y claro, ya estamos hablando de devolver una cantidad mensual al banco a un plazo inferior a 5 años justo al abrir el negocio y aún no hemos hablado de los gastos corrientes del negocio (sueldos y salarios incluyendo seguridad social, materias primas, luz, agua, teléfono,…). Así que antes de empezar la actividad, muchos pequeños empresarios y pequeñas empresas firman préstamos a plazos de entre 3 y 5 años para conseguir capital y cuando empiezan la actividad además ven que las ventas no iban como preveían o los gastos son ligeramente superiores a los planificados o una combinación de ambos factores, y comprueban que la liquidez de la empresa desaparece. Han arrancado su negocio con tanto esfuerzo y a los pocos meses ya están sin un duro. Así que van al banco y en el mejor de los casos firman un nuevo préstamo personal de 3 a 5 años de duración. Y ya tienen 2 préstamos, el de antes de arrancar el negocio (o mejor dicho, el que necesitaron para arrancar, y el que necesitan para no cerrar porque se han quedado sin liquidez). En muchas ocasiones el negocio empieza a generar ventas pero no las suficientes para atender todos los gastos corrientes. Y entonces si ya tienes el primer préstamo a 5 años para arrancar, el de 3 años que te lo han dado para «tirar» antes de acabado el primer año, ahora hay que ir a por el crédito de emergencia que es para «no cerrar».
Esto que lo he contado aquí de forma quizá demasiado simple en muchos casos se transforma en tal maraña de préstamos y créditos que en ocasiones cuesta, como he dicho antes, horas y horas desenmarañarlo. Y cuando crees que lo has hecho, llega la CIRBE del banco y te das cuenta que todavía te quedan préstamos por contabililizar. Puedes solicitar tu propia CIRBE directamente en este enlace del Banco de España. Porque con todos los justificantes de préstamos que tienes encima de la mesa, sumas y la cantidad es inferior a la suma que da la CIRBE cuando la recibes o te la entrega el banco. Y entonces dices al cliente : «oye me faltan 120.000 €….», «ah!!!, sí es que se me había olvidado que hace dos meses firmé dos pólizas más…» (caso real).
Como siempre digo, no hay soluciones mágicas. Todo empieza por aplicar el sentido común. Quizá hay que empezar con un negocio que tenga un stock en el almacén de 3.000 € en lugar de con uno que tenga 90.000 € en productos metidos en el almacén. Porque esos 87.000 € de diferencia no son etéreos, están metidos en forma de producto en el almacén y hay que pagarlos, hayamos puesto el dinero nosotros o nos lo haya financiado el banco. Quizá si tienes esos 90.000€ es mejor manejar un stock pequeño y una liquidez alta por lo que pueda venir, que un stock como el de Amazon y un bolsillo lleno de telarañas esperando a empezar a vender.
Otro tema importante es cómo de adecuadamente financio mis necesidades, ya sea en el inmovilizado o en el circulante. Cuando una furgoneta la financias con una cuenta de crédito a 2 años….., malo. «Es que la financiera no me aprobaba la operación». Y sí, es cierto, pero igual había que buscar una alternativa a tener un problema serio con el banco a los dos años, porque salvo que toque la lotería el problema termina llegando cuando vence la póliza de crédito y te dice el banco que los 18.000 € de la «fragoneta» te los convierte en un préstamo a liquidar en 12 meses. A apretarse los machos.
Otro tema es ir de ong finaciera por la vida por más que uno le ponga mala leche al negocio. Esto es, yo pago a mis proveedores de contado y mis clientes me pagan a 120 días. Pues majo, o tienes el banco de españa detrás o estás muerto en la bañera. Casi todo es negociable esta vida (salvo los divorcios que ya sabemos de qué lado caen siempre). Si conseguimos que nuestros proveedores financien al menos en parte nuestro período de cobro de clientes, fenomenal, y si conseguimos que los clientes nos paguen de contado por el tipo de negocio que tenemos, o bien a cambio de un descuento, mejor que mejor.
También está la estrategia comercial… eso es… la estrategia comercial, que no hay, vamos. Que el fundador/fundadora aunque ya tenga trabajando a 15 personas en el negocio sigue siendo CEO, Finance Manager, Branding Designer, el que coge el teléfono y el de los arreglos. Y a veces las empresas están creciendo porque dan/ofrecen un buen producto/servicio pero no hacen una gestión activa/proactiva de comercialización. Y pasas las semanas, los meses, el pool bancario ebulleciendo como el metro de Tokyo en hora punta y mientras el founder o co-founder del negocio encargándose de ajustar el marco de la puerta (porque es verdad que no encaja bien) mientras los futuros clientes están esperando una visita de algún comercial de nuestra empresa.
También está muy manido pero es cierto que la estrategia de medios digitales de muchas de estas empresas es inexistente. Probablemente para determinados negocios se sobrevaloró el impacto en ventas que podía tener el canal online, pero lo cierto es que muchas empresas, cada vez más, no se entienden sin la presencia en internet (web, blog, redes sociales).
Si el pool bancario estaba en fase de acercarse al caos es hora de meterle mano. La economía española empieza a crecer, comienza a haber una cierta alegría en el mercado, los bancos vuelve a querer oir hablar de propuestas de inversión y puede que haya llegado el momento de arreglar la casa empezando desde dentro. Ánimo.
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Artículo excepcional y lastimosamente real, para muchos empresarios.
Es bueno saber que hay más personas con las mismas preocupaciones, también es bueno hacer hincapié en que algunas empresas, por más que las queramos, no son rentables y es mejor cerrarlas antes que acaben con su gerente en un pozo sin fondo o dentro de un manicomio, no sé que es peor. Por supuesto el buen humor nunca hay que perderlo, los negocios son así, pero está en nuestra mano cambiar el rumbo, y es cierto que, como bien apuntas, buscar o crear otro tipo de empresa más viable, en muchos casos, es la alternativa más razonable.
Ánimo a todos ellos!
Muchas gracias por tu comentario Pedro. Un cordial saludo