Con el post de hoy continuamos una serie de artículos que hemos ido desarrollando en las semanas anteriores. Primero hablamos de aprender a elaborar el balance de una empresa, para más tarde entrar a detalle en el activo circulante de un negocio. Ahora vamos a analizar el pasivo circulante (en inglés, current liabilities) y veremos qué variables lo componen y en que consisten.
Cómo calcular el pasivo circulante
El pasivo dentro de un balance es una variable que nos indica quién financia nuestro negocio. Dentro de ese pasivo podemos dintiguir 4 grandes grupos:
- Pasivo espontáneo o financiación sin interés que recibe el negocio.
- Deuda a corto plazo.
- Deuda a largo plazo.
- Capital.
Dentro del pasivo circulante de nuestra empresa vamos a incluir a las dos primeras de las variables: la financiación sin interés o pasivo espontáneo y la deuda a corto plazo.
Como acabamos de decir, el pasivo espontáneo es financiación gratuita que un negocio tiene, sin la obligación de pagar un interés por ello, esto es, sin coste. Como es lógico nos interesará disponer de esta financiación gratuita al mayor plazo posible. La financiación gratuita puede proceder de:
- Proveedores o cuentas a pagar, en inglés, payables. Corresponde al dinero que debemos a nuestros proveedores por las compras de materia prima y que no se pagan de contado. Cada proveedor nos dará un plazo de pago diferente: 30, 60, 90 días de pago.
- Impuestos a pagar, en inglés, accrued taxes. Por ejemplo, el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) o las retenciones del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF). Por ejemplo emites una factura cualquiera en la que cobras el IVA y lo ingresas en tu cuenta correinte. Pero para la mayoría de los autónomos y pymes este IVA cobrado no hay que ingresarlo inmediatamente sino que lo tienes que pagar trimestralmente, por lo que hasta que realizas el pago trimestral te estás financiando de forma gratuita con el IVA, que has cobrado de forma anticipada pero no han ingresado aún.
- Gastos a pagar, en inglés, accrued expenses. Son cantidades de dinero que debemos a terceros y que aún no se han pagado.
Dentro del pasivo circulante, junto a esta financiación gratuita a corto plazo está la deuda a corto plazo o crédito. Habitualmente nos referimos a líneas de crédito o pólizas de crédito que mantenemos con los bancos y por las que pagamos intereses. Puedes leer el post los 7 puntos que deberías conocer de tu póliza de crédito si quieres más datos sobre las pólizas o líneas de crédito.
Por tanto para calcular el pasivo circulante de tu negocio tendrás que analizar cómo se financia tu negocio en el corto plazo. El pasivo ciculante estará compuesto por la suma de las variables anteriormente mencionadas: proveedores, impuestos a pagar, deudas a pagar y deuda a corto plazo.
El financiar nuestro pasivo circulante de una forma u otra es estratégico para una empresa. Continuemos con el ejemplo de un obrador de panadería cuyos clientes son puntos de venta de panadería y bollería. Supongamos que somos los propietarios de este negocio y compramos materia prima por importe de 8.000 €/mes (harina, levadura, sal, cacao, etc…) y que vendemos a nuestros puntos de venta por importe de 12.000 €/mes. Sopongamos que nuestros clientes (los puntos de venta) nos pagan a 60 días. Esto significa que lo que vendamos en el mes en curso lo cobraremos dos meses después. Los 12.000 euros vendidos en febrero se cobrarán a final de abril. Esto significa que si queremos continuar con nuestra actividad, en marzo tendremos que volver a comprar los 8.000 € de materia prima, pagar sueldos y el resto de gastos generales sin haber cobrado aún los 12.000 € que hemos vendido. Y en abril lo tendremos que hacer también así.
Para ello tendremos que disponer de la liquidez suficiente para hacer frente a nuestros compromisos de pago hasta recibir el importe de las ventas. Esta liquidez la podemos conseguir bien porque tengamos recursos propios suficientes para poder atender esos pagos, bien porque «tiramos» de nuestra póliza de crédito (lo que acabamos de llamar «deuda a corto plazo») o bien porque nos financiamos de forma gratuita, o mejor dicho, nos financian de forma gratuita. Esta financiación gratuita ya hemos visto que puede venir por 3 vías distintas: proveedores, impuestos o gastos a pagar. De ellas habitualmente la más importante para cualquier empresa es la de proveedores. En nuestro ejemplo si conseguimos que nuestros proveedores admitan que les paguemos a 60 días (esto es, el mismo plazo al que nos pagan nuestros clientes) no tendremos que recurrir a recursos propios o a crédito bancario para seguir comprando materia prima. Lo que hacemos al menos con ellos es acompasar el período de pago de las compras (proveedores) al de las ventas (clientes) para evitar tener que financiar este importe de compras de materia prima.
En el otro extremo de este análisis del pasivo circulante estaríamos si conseguimos que los proveedores nos den un plazo de pago superior al de cobro de clientes. Imaginemos ahora que cobramos de nuestros clientes a 30 días y que pagamos a nuestros proveedores a 90 días. Esto significa que nuestros proveedores nos están financiando de forma gratuita durante 90 días. En nuestro ejemplo acumularemos antes de haber pagado nuestras primera compra de materia prima otros dos envíos de materia prima por importe de 8.000 € cada uno sin haber pagado aún esa primera compra. Sin embargo habremos vendido y cobrado al menos dos meses a nuestros clientes por un importe medio cada mes de 12.000 € sin haber tenido que hacer frente al importe de las materias primas suministradas por los proveedores.
El planificar de forma adecuada la política de cobros y pagos de tu negocio y las necesidades financieras que conlleva dicha política es estratégico para cualquier negocio o empresa, ya seas un autónomo o una gran empresa. El no hacerlo les supone a muchas ir a la quiebra por imposibilidad de atender sus obligaciones de pago. Planificar anticipadamente estas magnitudes te va a dar tiempo para buscar y encontrar las opciones de financiación más adecuadas. Hacerlo de forma apresurada significa en la práctica decir sí a cualquier solución que aporte liquidez al negocio, aún no siendo la opción más razonable, algo que es el comienzo de una muerte anunciada.
Espero que esta entrada te haya resultado útil.
0 comentarios