En el artículo de hoy vamos a hablar de créditos para empresas analizando algunas tácticas que la experiencia ha demostrado que son casos de éxito en la obtención de financiación.
Algunas de estas 5 tácticas tienen que ver con variables cualitativas de nuestro negocio y el desarrollo de otras supone entrar en el terreno cuantitativo.
5 tácticas de éxito en la obtención de créditos para empresas
1. La primera táctica de éxito en la obtención de créditos para empresas tiene que ver con cómo se presenta la información de nuestra empresa o proyecto. Nos solemos encontrar con dos situaciones dispares. Por un lado empresas que gestionan un nuevo proyecto, una ampliación o una necesidad puntual de liquidez de forma caótica. Esta primera situación se traduce en la práctica en que lo más que logran presentar estas empresas es una acumulación de impuestos ( incompleta en la mayoría de los casos) de los últimos trimestres. La situación al otro extremo, pero tampoco positiva, es aquella empresa (en la mayoría de las ocasiones nueva) que aporta el plan de negocio facilitado por las oficinas públicas que apoyan a emprendedores, con una involucración mínima por parte del empresario en dicha elaboración, y que sigue un «lenguaje» que no utilizan las entidades financieras. Por lo tanto, la primera táctica de éxito pasa por realizar una presentación completa, relevante y ordenada de la información de nuestra empresa o proyecto. Esto suponer aportar un elaborado plan de negocio o plan de viabilidad en el que aparezca toda la información de interés para que la entidad financiera evalúe nuestra propuesta.
2. La segunda táctica de éxito en créditos para empresas tiene que ver con la forma de afrontar la busqueda de información y posterior negociación con la entidad financiera. Un error habitual suele consistir en presentar ya la propuesta en una primera toma de contacto, y a veces con el «doble agravante» de cometer el error que he mencionado en el punto 1. La segunda táctica de éxito es realizar una búsqueda de información de qué entidades son aquellas que están siendo más activas en ese momento en la comercialización de productos de activo (financiación). Entre estas entidades hay que incluir obligatoriamente aquella o aquellas con las que trabajamos habitualmente, siempre y cuando nuestro historial haya sido positivo.
3. La ubicación de la entidad financiera a la que dirigimos nuestra propuesta. La tercera táctica de éxito es proponer nuestras operaciones de créditos para empresas a aquellas entidades financieras que estén en nuestra área de trabajo y actuación, ya que serán más proclives a autorizar las operaciones propuestas , puesto van a establecer mejores lazos comerciales con las empresas más próximas y por lo tanto van a rentabilizar las operaciones de créditos para empresas a través de la venta cruzada. Es cierto que empiezan a concederse operaciones de riesgo a través de internet de forma centralizada, sin la utilización de oficinas de proximidad, pero a día de hoy esto se da fundamentelmente en operaciones de muy pequeño importe y dirigidas fundamentalmente a clientes particulares.
4. A partir de este punto entramos en lo que podríamos llamar tácticas cuantitativas. La cuarta táctica de éxito es mejorar hasta donde nos sea posible la cifra de fondos propios de nuestra empresa. Esta cifra de fondos propios es la que más va a pesar en la evaluación que el banco va a hacer de nuestra empresa. De hecho, como explico en este post «¿Por qué tienes que mimar los fondos propios de una empresa si quieres financiación?» como si de un examen se tratase en el que la máxima nota a obtener es un 10, en los ratings un buen dato de fondos propios en el balance de tu empresa puede dar en torno a 3,5 puntos de calificación.
5. La otra táctica a poner en práctica es la relación entre el cash-flow y el resultado declarado en tu balance y los ingresos totales declarados. Algo con lo que vienen luchando muchos gestores y directores de oficinas bancarias con clientes es que declaren los resultados realmente obtenidos. Aqui no voy a descubrir nada nuevo respecto al peso que sabemos que tiene la economía sumergida en nuestro país. Esto se traduce en los balances de cualquier empresa de dos formas muy concretas: no se declaran todos los ingresos generados, no se reflejan los resultados realmente obtenidos, y por lo tanto el cash-flow queda también falseado. Esta relación resultado obtenido – cash-flow obtenido en tu negocio frente a ingresos totales tiene un peso de hasta 4 puntos sobre 10 en ese hipotético examen del que hablabamos. Al margen de la situación del mercado de los últimos años y de las enormes dificultades que muchas empresas tienen para mantener la actividad, el deporte nacional en ocasiones ha sido «dar pérdidas». Es cierto que la presión fiscal es elevada, pero también es cierto que con la normativa europea normalizadora en materia de riesgos, los bancos han de realizar obligatoriamente ratings a las empresas a la hora de conceder una operación crediticia y esos ratings han de estar vinculados a datos fiscales ( impuesto sobre sociedades, iva…). Por ello, hay que tomar conciencia de que si queremos financiarnos con crédito bancario la quinta de las tácticas de éxito es que los resultados fiscales han de ser los mejores posibles en relación a nuestro dato de ingresos totales dentro de las circunstancias particulares de cada empresa.
Hemos visto que las dos últimas tácticas comentadas que he llamado cuantitativas pueden darnos hasta 7,5 puntos sobre 10 posibles en un rating realizado por una entidad financiera dentro del proceso de concesión de créditos para empresas. Del resultado de este rating dependerá el sí o no a un crédito o préstamo planteado y también el precio ofrecido por el banco a nuestra solicitud. Los mejores ratings llevarán aparejados los mejores precios.
En la fecha de publicación de este artículo estamos aún a tiempo de cerrar el ejercicio fiscal anterior y puede ser un buen momento para intentar adaptar nuestras cifras a la realidad y mejorar nuestro acceso al mercado de créditos para empresas, en un momento en el que los bancos empiezan a abrir las puertas a nuevos proyectos, siempre y cuando estén convenientemente argumentados.
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Saludos
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